Desde Salud Pública del Municipio de Yarumal, se viene desarrollando la campaña llamada “Arriésgate a vivir”, la cual se enfoca en promover la resiliencia y las habilidades para la vida como factores para posibilitar una vida sana.
La resiliencia es la capacidad que podemos desarrollar todos los seres humanos para encontrar recursos internos y externos para afrontar las adversidades que se nos presentan en la vida, y salir de éstas fortalecidos o transformados. Es decir, generar un aprendizaje a partir de alguna experiencia dolorosa o difícil.
Es por esto que desde la Oficina de Salud Pública del Municipio de Yarumal, se está desarrollando este concepto como factor de prevención de la conducta suicida, ya que ningún ser humano está exento de padecer algún tipo de situación que afecte su vida a nivel emocional, social o económico. Y es aquí donde se podría llegar a experimentar la vida desde la desesperanza, hasta el punto de descuidar la propia salud mental al no buscar recursos para dar soluciones a las adversidades y contemplar la muerte como la única salida.
La familia, entendiéndose no solo como las personas con que compartimos nuestro vínculo sanguíneo, si no a quien podemos acudir en búsqueda de apoyo. La fe, el cuidado de nuestra salud desde los hábitos de vida saludable como la sana alimentación, la actividad física y el cuidado de los ciclos del sueño; son factores protectores que pueden ayudar a disminuir el riesgo de que una persona se encuentre ansiosa o desesperanzada.
En este sentido, extendemos una invitación a la comunidad Yarumaleña, para que todos como sociedad podamos fortalecer nuestro tejido social, y entre todos ser actores responsables de la salud mental propia y de nuestros seres queridos. Fortalecer nuestros lazos afectivos, extender una mano amiga a quien pide ayuda de manera verbal o cuando percibimos cambios repentinos en el estado de ánimo de quienes nos rodean. Escuchar a quien lo necesita, desde la empatía, es decir la capacidad de ponernos en el lugar del otro, respetar la singularidad del otro, sin juzgar sus creencias, comprendiendo que todos somos diferentes y por tanto pensamos y actuamos diferente. Y por último acompañar a quien lo necesita y tomar medidas al respecto, recomendar el acompañamiento psicológico, pero, entendiendo que todos podemos contribuir a la mejora de la salud mental de las personas, desde nuestro sentido común, nuestra escucha, desde la comprensión e incluso desde el amor. Y de esta forma contribuir a la reducción no solo de intentos suicidas en nuestro municipio y alrededores, si no también de la ideación suicida, y de esta forma aportar a la salud mental de nuestros habitantes.
