Más de 500 niños y niñas del programa buen comienzo y el hogar infantil saltarines vivieron una mañana llena de payasos, piruetas, juegos y chistes.
Cuando las familias juegan con los niños y las niñas en primera infancia logran que ellos y ellas ingresen a una zona de confianza y de contacto. Jugando niños y niñas conocen a las personas y al entorno que los rodea, y a partir de allí generan relaciones que les aportan en la construcción de su identidad y subjetividad. El juego se convierte en un espacio para la socialización, un escenario donde se construye el yo, el otro y un nosotros. El juego permite observar el clima afectivo que atraviesa las relaciones entre el niño, la niña, los padres, los hermanos, los abuelos, el entorno y la sociedad.
Texto editado por: Prensa